top of page

Bruna Faval

BRUNA%20PAGINA_edited.jpg

Desde muy chica la música me llamo, ya no es un recuerdo propio, sino que lo recuerdo a través de fotos o videos, tenía una escobita que supo ser guitarra, donde sonaron temas de Ma. Elena Walsh y Xuxa. Así fui pasando etapas de mi niñez y en cada una predominaron diferentes artistas.

Mis veranos siempre fueron en Parque del Plata, cuando se acercaba el final del verano comenzábamos a pensar y planificar cual sería el espectáculo de ese año. Siempre me toco interpretar a cantantes, así supe interpretar a Natalia Oreiro, a Shakira entre otras.

Por el 1999, cuando tenía 12 años, la directora del coro del colegio me invito a participar del coro que ella dirigía, “Suite Montevideo”. Con ellos tuvimos múltiples presentaciones, entre ellas recuerdo, Plaza Mateo, Teatro AGADU y salimos en “Bien de Bien”, programa que se transmitía en canal 10 y otros más.  Tuvimos la oportunidad de grabar junto a Rubén Rada el tema “Un candombe para Gardel” en el disco “Sueños de niño”. Llegada mi adolescencia, año 2001, decidí dejar el coro para convertirme en cantante de ducha. Porque cuando me pedían que cantara en alguna fiesta familiar, siempre trataba de evitarlo, moría de vergüenza.

Pero entre grandes conciertos de ducha, en el 2003, a mis 16 años, me regalaron mi primera guitarra, pasaba ratos mirándola, deseando saber tocarla, pero eso llego unos años después. Paso 7 años guardada, hasta que, en el 2010, pierdo 1 año en Facultad y es donde empiezo a tomar clases de guitarra, pero en 2011 habiendo retomado las clases en facultad, la fui abandonando de a poco hasta que lo hice en 2012. Nunca fue definitivo en realidad, cada tanto tocaba algunos de los temas que había aprendido. Como el primero que aprendí y nunca olvidé “Nada de esto fue un error”.

Pero la música no se cansaba de buscarme, supongo, porque en el 2016, un año que catalogo como: el peor y el mejor año de mi vida, año del que surge “Sueños vencidos” (del que hablare más adelante), conozco a Felipe (Bajista de Bríos) y con él a “Jaque”.

Así fue que me convertí en “Groupie”, desde ahí no me perdí un solo toque, y debo confesar que me colé en más de un ensayo, hasta los acompañe el último día de grabación del disco. Empezaba a gustarme aquel mundo, desconocido por mí hasta el momento.

Así llego la propuesta de participar como corista en la presentación del primer disco de la banda “Paraíso repentino”. Un poco loco, porque llego en un momento donde había decidido continuar estudiando, y estaba preparando una prueba muy importante. Así que después de pensarlo, no por mucho tiempo, acepte la propuesta, sabía que de lo contrario me iba a arrepentir.

Luego de múltiples ensayos maravillosos que fueron mi cable a tierra, en un año de mucho trabajo y estudio, llego el gran día, Jaque presentaba su primer disco “Paraíso repentino” en la Sala Experimental de Malvín, una noche donde pude apreciar la adrenalina de subirse a un escenario con otra madurez. Y ahí llega la segunda invitación de los integrantes de Jaque, proponiéndome ser parte de la banda en forma permanente, lo cual acepte sin dudarlo! Como dicen siempre, “fui por la changa y quede efectiva”. 

Pasaron muchos escenarios, más chicos, más grandes, poca gente, mucha gente, no importaba, era el momento que más disfrutaba. Voy a destacar 2 presentaciones, aunque podría pasar mucho tiempo contando anécdotas: Una de ellas fue en el verano 2018, hicimos un mini-gira de carnaval de 3 días por Rocha (Valizas, Aguas dulces, Valizas), 3 presentaciones. La que quiero resaltar fue la última noche, debo confesar que dudamos de ir en un momento, pero menos mal que lo hicimos, porque fue esa noche donde por fin me animé y salí de mi papel de corista para interpretar un pedacito del tema “El Tipo” y no sé cómo salió, pero se sintió increíble.

Y el segundo escenario que quiero resaltar es el Teatro Comedia, donde presenté el primer tema escrito por mí, pero no es solo eso, es el tema que habla de mi momento más triste y como encontré el camino nuevamente, y es “Sueños Vencidos”.

 

Pero como dice el tema, todo concluye al fin, y así fue que el 2019 fue el último año de Jaque. La banda llegando a su fin, yo cada vez más metida en el estudio y el trabajo, ¿era momento de retirarme?, lo bueno dura poco, pensé. Pero ya había probado eso que tanto había querido por mucho tiempo, así que no tarde en decidirme cuando la propuesta de armar otra banda con algunos de mis antiguos compañeros llego.

Nos dispusimos a armar un nuevo proyecto, pero cayó la pandemia, así se detuvo por un tiempo, pero pronto pudimos retomar los ensayos, empezar a crear y arranco la máquina. Y casi terminando el 2020, nos llegaron 2 propuestas que no pudimos rechazar: realizar la cortina musical de “Mentaleros” que se transmite por Radio Urbana, lo que trajo consigo que nos pusiéramos nombre,” Brios” y la frutilla de la torta, tocar en la Sala Zitarrosa con nuestros amigos del Tembleque del Barba que presentaban su disco, así que salimos a la cancha con los 6 temas que teníamos. Y pudimos despedirnos del 2020, año raro con un debut que fue muy emocionante, luego de tantos meses de trabajo.

Por ahora esta es mi historia con la música, y no sé hasta dónde me llevara,

“… Llevo tiempo llegar hasta acá…”, así que espero que este camino me guarde un montón de momentos más y que la música nunca deje de buscarme.  

bottom of page